¡Alto a la autoridad!

El Juez Dredd regresa al cine tras 17 años de aquel fracaso protagonizado por Silvester Stallone para ofrecer más acción, más sangre y sobre todo más estilo, una misión que tampoco era excesivamente complicada teniendo en cuenta el nivel de la anterior.

A ver, tampoco considero que la anterior fuera un bodrio infumable, he de reconocer que no me he leido ninguno de los comics, así que para mí fue una peli de acción noventera sin más tipo Demolition Man. Pero parece ser que el hecho de que el casco lo usara simplemente al inicio fue un gran error respecto a los comics entre otras muchas cosas.

Esta nueva versión es bastante más similar al aspecto original del universo Dredd y la verdad es que resulta más atractiva gracias a la estética que tiene de mundo postapocalíptico invadido por el crimen y las drogas en el cual los encargados de impartir justicia y hacer que esta se cumpla  lo antes posible son los propios agentes.

La historia es mucho más sencilla y ahí es donde triunfa sobre la de Stallone. Lo que vemos es un día en la vida del Juez Dredd (Karl Urban) en el que le acompaña una de las novatas del cuerpo, Anderson (Olivia Thiriby), como no la cosa se lia y acaban a tiros con los malos de turno liderados por Ma-Ma (Lena Headey). Así de sencilla es la historia, por lo que podríamos decir que la película no es brillante, pero como el ritmo de la peli y las escenas de acción están bien llevadas se hace entretenida. En la versión de Stallone la cosa se iba de marras con temas de lazos familiares y demás movidas que no venían a cuento. Aunque hay que reconocer que fisicamente Stallone con la música de Alan Silvestri de fondo era bastante más imponente y su aparición en pantalla era bastante más increíble con ese "alto a la autoridad" a la americana, pero ya.

El arranque en esta está bastante bien y sigue un poco la línea de las pelis de antaño en las que una voz en Off nos presenta la situación del mundo, nos coloca en un contexto además mostrándonos la ciudad y después nos lleva directos a Dredd en una persecución en la que por cierto, al igual que durante el resto de la peli, la música electrónica acompaña perfectamente.

Así que la verdad es que han conseguido un producto final bastante decente teniendo en cuenta lo que se puede esperar de una producción de este estilo (mi idea cuando oí hablar de ella hace un tiempo es que me encontraría con alguna del nivel Ghost Rider tras los problemas que han tenido) y tal vez mi mayor problema con ella es la cantidad de sangre y demás burradas que pueden verse a lo largo de la peli, pero eso es problema mío con el gore ya que la verdad es que de vez en cuando se agradece que alguien muestre las escenas violentas de forma exageradas al más puro estilo Paul Verhoeven, como ya os hablé el otro día aquí.