25 años de Espionaje

Este año la saga más famosa de Konami, Metal Gear, cumple 25 años. Así que antes de contaros las interesantes novedades que Kojima ha ido desvelando estos dias, voy a hablaros de la que es mi saga favorita de videojuegos.

Fue en 1987 cuando surgió en Japón el primer "Metal Gear" para la consola MSX2. Era un juego en el que lo principal era la infiltración manejando a Solid Snake para conseguir destruir el Metal Gear, un vehículo con capacidad para lanzar armas nucleares que a lo largo de estos 25 años ha tenido distintos diseños y ha ido cambiando según la época en que esté ambientado el juego.

En 1990 aparece la aventura "Metal Gear 2: Solid Snake" también para MSX2, aunque a Europa no llegó hasta 15 años después como un extra dentro de uno de los juegos. En ambos juegos el enemigo principal tras la trama era Big Boss, creador y miembro de la unidad Foxhound, para la que también trabaja Snake, antes de traicionarles. Snake acaba matándolo (o no) en una pelea a puños en la que ponen su honor de guerreros en juego. Big Boss le suelta una frase que más o menos está presente en los siguientes juegos siempre de fondo como pensamiento de Snake y otros personajes con los que se cruza.

“Gane quien gane, nuestra batalla no acaba. El perdedor está liberado del campo de batalla, pero el vencedor debe continuar ahí. El que sobreviva debe seguir su vida como un guerrero hasta que muera.”

La Saga Solid Comienza

El primer juego que yo probé fue "Metal Gear: Ghost Babel", una adaptación de MGS para Game Boy Color que comenzó a engancharme, por lo que no tardé en hacerme con una copia del que sería el mayor éxito de Konami, "Metal Gear Solid". El juego continuaba la historia de los anteriores "Metal Gear", aunque para nada era necesario haberlos jugado, ya que los puntos más importantes de la historia se mostraban en unos informes de misión que podías ver al principio o se mencionaban en las conversaciones.

Este primer Metal Gear con gráficos tridimensionales para la Playstation original sentó las bases de los juegos de espionaje que han ido surgiendo hasta el momento. Su jugabilidad resultaba espectacular en aquel momento, el sistema de cobertura en las esquinas pegando al espalda a la pared o el campo visual de los enemigos eran grandes novedades que fascinaron a gran parte del público.

Pero no sólo la jugabilidad era destacable, su punto fuerte, y por lo que siempre me han enganchado estos juegos, es su historia, tramas de espias cargadas de conspiraciones, traiciones y demás que profundizan en temas económicos, políticos, la censura y sobre todo en la robótica y la genética. La historia que se inicia en este juego acerca de Big Boss y los dos clones que crean a partir de él, Solid y Liquid Snake, conocidos como "Les Enfants Terribles", sienta gran parte de la trama argumental del resto de juegos.

A este primer juego hay que sumarle, además de una banda sonora excelente, el hecho de que en la versión en castellano sea el juego con el mejor doblaje que se ha visto nunca, inolvidable la voz de Alfonso Vallés como Solid Snake, uno de los grandes dobladores en España, que hacía de este juego un gran espectáculo cinematográfico, algo por lo que siempre han destacado estos juegos es la cantidad y calidad de sus secuencias introductorias.

¿Pero dónde anda Solid Snake?

Años después apareció en Playstation 2 "Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty", que la verdad es que resultó un poco decepcionante ya que, entre otras cosas, el papel protagonista pasaba a manos de Raiden, y además la historia venía a complicar y enrevesar en exceso la del anterior juego.

En este juego como os digo el papel de Snake está en la sombra y, como guiño a la película "Rescate en Nueva York", en este juego se hace llamar Pliskeen, igual que Kurt Russell en la peli. Años después tuvieron que sacar una versión extendida (los fans no terminaron de perdonar lo de Raiden) en la que se mostraba que andaba tramando Snake durante el transcurso de la historia.

El salto gráfico de este juego fue espectacular, Konami siempre ha tratado de sorprender sacando el mayor partido posible a la tecnología del momento y el resultado, como siempre, fue espectacular. Ya en el MGS de PSOne nos dejaron a todos con la boca abierta; a día de hoy me sigue pareciendo un juego muy bueno visualmente dentro de lo que cabe.

La otra pega de este juego es que dejaron de lado el doblaje al castellano a partir esta entrega, aunque nunca han dejado de hacer doblajes cojonudos en inglés. Eso sí, por otra parte la banda sonora mejora aún más gracias a Harry Gregson Williams, compositor para pelis míticas de acción como "La Roca".

Os dejo la pedazo de introducción que se marcaron para este juego, que junto a la música de Harry, hace que aun a día de hoy se me ponga el vello de punta. El tema que suena ha tenido después distintas versiones y se ha convertido en el tema principal de la saga para los momentos más bonicos.

Tras los pasos de "Papá"

Fue en 2004 con "Metal Gear Solid 3: Snake Eater" cuando la saga volvió a recobrar fuerza. Esta nueva entrega nos situaba años antes del primer juego, durante la Guerra Fría, tras la Crisis de los Misiles de Cuba. En este juego el protagonista es Naked Snake, quien más tarde se convertirá en el Big Boss. Ya sólo el encuadre argumental dentro de un hecho histórico real lo hace bastante interesante.

En esta entrega conocemos el inicio del proyecto metal gear, parte de los orígenes de la unidad Foxhound y sobre todo como se creó la leyenda del Big Boss, el mejor soldado de la historia.

Este juego supuso un gran cambio respecto a los anteriores debido sobre todo a la ambientación del mismo,  en este caso nos encontramos en una selva y los recursos a nuestro alcance son limitados. Añadieron una gran dosis de supervivencia, debías cazar para alimentarte, curar tus heridas y evitar ser descubierto gracias a un sistema de camuflaje, lo cual complicaba el juego bastante y lo hacía más entretenido aún.

La Emotiva Jubilación del Héroe

Con la llegada de la nueva generación llegó una nueva entrega, en este caso "Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots". Este se considera, hasta que Kojima diga lo contrario, el capítulo final a la historia de Solid Snake. Debido a su condición de clon y otras causas, la genética de Snake se ha visto afectada y se nos muestra un hombre más mayor de lo normal para su edad y que muestra ciertos achaques en ocasiones. La historia se sitúa por tanto años después del MGS2 de PS2, con un Liquid Snake ansioso de poder en un mundo en el que la guerra informática y robótica está a la orden del día.

Se mantuvieron parte de los elementos de supervivencia de la anterior entrega, de hecho, el lema de este juego era "No place to hide", ya que la acción se sitúa en medio de un conflicto bélico entre dos facciones, por lo que nosotros debemos apañárnoslas entre ambos. Cambió el sistema de control considerablemente para adaptarse a la generación actual en la que reinan los shooters en primera persona, lo cual no fue ningún estorbo, incluso se agradecía una cierta mejora en los controles.

Pero si hay algo que hace especial a esta última entrega es la cantidad de menciones que se hacen a los anteriores juegos y la cantidad de personajes que se vuelven a reunir de nuevo en una sola entrega, algo que hizo que mi lado tierno floreciera en más de una ocasión haciéndome soltar alguna que otra lagrimilla. Es un juego que desde luego está hecho para los fans de la saga que llevamos enganchados desde el primer juego y que parecía cerrar esta saga definitivamente...